
La relación actual entre compañías, marcas y consumidores está marcada por los avances digitales. El Big Data y la Inteligencia Artificial van a jugar un rol muy importante a la hora de construir un mensaje hacia los consumidores, especialmente si quieren convertir a los compradores jóvenes. El 76% de la generación Z compra a marcas que tienen una misión y un propósito. Esta generación es también tres veces más propensa que la Generación X y dos veces más que los Millennials a creer que las marcas pueden hacer del mundo un lugar mejor. Por ello, las marcas deben navegar en la confluencia que hay entre las tecnologías exponenciales y el poder de la creatividad para comprender a su público objetivo y anticiparse a sus movimientos y tendencias, logrando ser relevantes en el presente y en el futuro. Apoyar a las comunidades necesitadas, educar a su público y crear lecciones significativas para mejorar la vida de los consumidores… La clave para que las marcas saquen ese lado humano que comprende a sus consumidores, pasa por hacer un uso inteligente del ecosistema digital, pero también por conectar con las personas a través de compromisos reales que trasciendan en su día a día.